Fin
de la IA gratis
Por Ángel Molina
OpenAI acaba de presentar su nuevo plan de suscripción por 200 $/mes. Al final del artículo analizaré si realmente vale la pena, pero lo que sí está claro es la tendencia: se acabó la época de acceder a modelos de IA grandes de forma gratuita o casi gratuita. Nos encaminamos hacia un modelo de suscripción con altos costos y/o la inclusión de anuncios.

“Si algo es gratis, es que lo estás pagando con tus datos”
Hay una frase que me gusta mucho: “Google quiere ser OpenAI y OpenAI quiere ser Google”. ¿A qué se refiere esta afirmación? Por un lado, Google aspira a ser como OpenAI porque, pese a haberse convertido en el líder de internet y las búsquedas durante años, se rezagó en la carrera de la inteligencia artificial. Cuando OpenAI irrumpió con ChatGPT y logró una ventaja competitiva, Google quedó a la zaga, obligada a reaccionar para no perder el tren de una revolución tecnológica que creía tener bajo control, sobre todo teniendo en cuenta que fue pionera en IA con proyectos como DeepMind, de donde surgieron las bases que el experto Gustavo Entrala explica tan bien, incluyendo los transformers.
Por otro lado, OpenAI mira a Google buscando un modelo de rentabilidad similar al que esta última ha mantenido gracias a su extenso ecosistema publicitario. Google, con su enorme base de usuarios y su maquinaria de anuncios —el núcleo de su negocio—, ha disfrutado de ingresos estables y duraderos. Ahora que OpenAI ha alcanzado notoriedad y un mercado masivo, su principal reto es replicar esa capacidad de rentabilizar sus productos, algo que Google ha hecho con éxito durante décadas.
Créeme, no es tarea sencilla. Entrenar estos modelos tan potentes, mantenerlos a gran escala y seguir innovando constantemente es complejo y, sobre todo, extremadamente costoso.
De hecho, recientemente supimos que gigantes del sector como Google están explorando la posibilidad de utilizar reactores nucleares para entrenar sus modelos. Sí, leíste bien: reactores nucleares. Esto nos da una idea de la inmensa cantidad de recursos energéticos que se necesitan para alimentar a estos grandes sistemas de IA. Por otro lado, los sueldos de los ingenieros que desarrollan y mantienen estas tecnologías tampoco son precisamente económicos.
Imagen creada con Dall-E, prompt utilziado: «crea una imagen de una central nuclear alimentando a un centro de datos de inteigencia artificial»
Llegamos al momento de verdad
¿merece la pena pagar los 200 $/mes?
A ver, os voy a dar dos respuestas con dos enfoques diferentes: